Un método peligroso
El canadiense David Cronenberg se hizo famoso por el peculiar estilo de sus películas, que se movían entre la ciencia ficción y el terror, siendo considerado el padre de lo que se conoce como “Nueva carne”, concepto que hace referencia a su obsesión fílmica de la transformación y el horror corporal. Su cine se sumergía en un terror clínico, científico, visceral y epidérmico, siendo quizá el mejor ejemplo de esto su famoso remake del clásico de ciencia ficción La mosca. Pero aparte de la visceralidad de su estilo, sus películas también tienen una carga psicológica, que tiene que ver con lo retorcido de sus argumentos. Con los años, sus películas se han ido desnudando del elemento gore, haciéndose más fuerte esa presencia de lo psicológico.
Ya en una de sus primeras películas, Cromosoma 3, se hacía patente esta inmersión del terror dentro del psiquiátrico. Esta película nos muestra las consecuencias de una peligrosa terapia psiquiátrica basada en la somatización de los problemas psíquicos de los pacientes, es decir, la canalización de estos problemas mentales para su transformación en síntomas físicos, como por ejemplo erupciones cutáneas. La terapia se vuelve insostenible cuando el odio de una mujer bastante desequilibrada toma una presencia violenta, naciendo de su piel unos seres malvados que se dedican a matar. Aunque no deja de ser interesante, da un poco de rabia que esta película pase de ser una buena idea a quedarse en una típica película de terror de “monstruitos”, cosa que es precisamente es lo que le interesaba al director por la época. Read the rest of this entry »